LOS DUEÑOS DEL CONGRESO

Recién acabo de terminar el libro “los Dueños del Congreso”, de Esteban David Rodríguez. Este libro es la historia del poder legislativo en México, avocado más al periodo posrevolucionario. La historia moderna del congreso mexicano no es sino una seria de historias de vividores, grupos de poder, lideres charros, intereses económicos, cuotas de poder partidistas, farsantes, falsa equidad de genero y muchos zánganos.
Según la historia los parlamentos surgen como contraparte a los regimenes absolutistas y totalitarios, a fin de evitar abusos de poder en manos de una sola persona y mantener el equilibrio de poderes del Estado. También nos dice que los miembros de un parlamento deben representar a los miembros de un país o de una región, para que actúen en Pro de los intereses de la sociedad y no de unos cuantos. Como sabemos después de la revolución mexicana, se consolido un sistema político de tipo presidencial y de partido de Estado el PNR, después PRM y después el PRI que todos conocemos. Partido de Estado, partido hegemónico, prácticamente partido único, controlaba la Presidencia (entonces fundamental), las 2 cámaras del congreso (al servicio del Sr. Presidente), todas las gubernaturas (apéndices del presidente), y todas las alcaldías y legislaturas locales., bien lo decía don Adolfo Ruiz Cortínez “los gobernadores y senadores son del presidente, los diputados del PRI, y los alcaldes son del pueblo. En esos tiempos el presidente de la republica palomeaba a los candidatos a puestos de “elección popular” y también destituya a quien no era de su agrado. El congreso mexicano era entonces un montón de subordinados al presidente de la republica, muchos eran lideres obreros, campesinos, políticos priistas cercanos al presidente de la republica, que se limitaban a alzar la mano y cobrar muy altos sueldos. Hay algunos “representantes populares” que han vivido hasta 30 años del congreso, el record mayor es el un tal Blas Chumacero, 4 veces diputado 2 senador, pero no encontré algún logro legislativo en su haber. Si los legisladores eran apéndices del presidente de la republica entonces ¿Cuáles representantes populares? Poco a poco se fue permitiendo mas pluralidad en las cámaras y el PAN y otros partidos como el PPS tenían al menos 4 legisladores en las cámaras, los cuales eran acallados incluso a punta de pistola y cuidado con contradecir al presidente de la republica. Hasta los años 60 eran 300 legisladores uno por distrito electoral, después con la reforma y la creación de los diputados de partido subió a 400 y después a 500, 300 de representación y 200 plurinominales. Sobre estos últimos hay que decir que no representan a ningún distrito, son prebendas partidistas para los más influyentes de cada partido. Si antes los legisladores por lo menos salían de sectores populares, obreros o campesinos, actualmente, los diputados salen de los sectores empresarial y financiero. Estos legisladores solo buscan la curul para defender a sus intereses de grupo y económicos, ahí tenemos a gente que es dueña de empresas, líder de cámaras empresariales, representan algún sindicato (charros), legislan y litigan convirtiéndose en juez y parte lo cual le ha costado al erario y también están los personeros de empresas como los del partido verde que defienden intereses de Televisa. Como vemos el principio teórico-histórico de representación popular no se cumplía ya que hay representación de intereses, todos contrarios al interés de la sociedad en general, aprobando disposiciones como FOBAPROA, rescates carreteros, impuestos injustos, desafueros selectivos por razones políticas o leyes a favor de televisoras. Además el congreso ha servido para enriquecer a quienes lo integran, ya sea con salarios, prestaciones o con regalitos y compensaciones por su “buen desempeño” por ejemplo en el libro, se menciona que en 1988 en medio de una gran crisis política y económica el presidente entonces Carlos Salinas regalo a los 400 diputados y 64 Senadores, los típicos relojes de naco Rolex, valuados en 1500 dólares de entonces. El año pasado hubo un escándalo cuando un diputado denuncio que algunos de sus compañeros habían sido sobornados por cigarreras para echar abajo la ley antitabaco. En cuanto a los sueldos y prestaciones de los legisladores estos son igualmente insultantes para la situación del país y el desempeño que estos tienen. El Poder Legislativo le cuesta al país 9 mil millones de pesos al año, pues cada uno de los diputados cobra mensualmente 105 mil 370 pesos y, además, no pagan impuestos, porque esos los paga la Cámara baja. De su ingreso, los legisladores ahorran 12% para un fondo de retiro, y la misma Cámara les aporta una cantidad similar. A esto se suman otros dos pagos mensuales: uno por 28 mil 772 pesos, de ayuda ciudadana, y otro por 45 mil 786 pesos, ¡por asistencia legislativa! Es, pues, otro sueldo por asiduidad, aunque sea su obligación. Pero ahí no acaba todo. Los diputados también reciben un seguro de gastos médicos mayores para ellos, sus padres, su cónyuge y sus hijos, y además se les paga dentista, optometrista y lentes. También cuentan con gastos funerarios para la misma parentela, lo que representa un mes de dieta. Esto sin tomar en cuenta los cupones de avión por cuatro boletos mensuales, tres si están en receso; ayuda terrestre de hasta diez mil pesos mensuales a los que viven en un radio menor a 300 kilómetros –incluidos los del Distrito Federal, y una tarjeta IAVE para cada uno de los 500 legisladores, además de aguinaldo, vacaciones, ayuda para gasolina, pago de celular y asistentes, y en algunos casos coche y chofer.
Caso similar es el de los senadores, que reciben un bono de retiro de $1.6 millones de pesos En su Manual de Percepciones indica que un senador obtiene como dieta neta mensual 125 mil 500 pesos y prestaciones como seguro de vida institucional equivalente a 40 meses de su dieta y de gastos médicos mayores igual a mil 500 salarios mínimos generales mensuales del Distrito Federal. Además, una gratificación de fin de año o aguinaldo equivalente a 40 días de dieta y un seguro de separación individualizado, el cual se constituye con aportaciones propias y del órgano legislativo, equivalente a 10 por ciento de su dieta más sus rendimientos. En tanto, el secretario general gana al mes 124 mil 900 pesos y el contralor interno, tesorero y coordinador del Senado perciben de 103 mil 200 a 123 mil 100 pesos, según el nivel que tengan.
Los cuatro cargos cuentan con seguros de vida institucional de 40 meses de sueldo integrado; colectivo de retiro, que va de 12 mil a 25 mil pesos, según los años de servicio; de gastos médicos mayores igual a 295 salarios mínimos generales mensuales del Distrito Federal, y de separación individualizado. Cuentan con prima vacacional igual a seis días de sueldo base; prima quinquenal, que va de 46 a 136 pesos según los años de servicios; aguinaldo equivalente a 40 días de sueldo base; pagas de defunción; 20 días de vacaciones, y estímulo de fin de año, que suma 40 días de la percepción ordinaria. Tienen a su disposición un vehículo o apoyo económico para transporte, y equipo de telefonía celular, radiolocalización y/o radiocomunicación. A su vez, el director general puede recibir al mes desde 79 mil 700 hasta 96 mil 200 pesos, y el jefe de Unidad de 61 mil 900 a 71 mil 700 pesos. En tanto, un director de Área percibe de 39 mil 200 a 61 mil 500 pesos; seguido por un subdirector, quien recibe de 26 mil 400 a 38 mil 500 pesos, y un jefe de Departamento obtiene entre 18 mil 100 y 26 mil 300 pesos. El Senado también publico sus lineamientos de racionalidad y austeridad presupuestaria 2008, con los cuales se pretende disminuir el gasto de actividades administrativas y ahorrar cinco millones de pesos, que se destinarán al apoyo del trabajo legislativo de comisiones y senadores. Además cuentan con muchos asesores porque muchos diputados no saben ni cuantos artículos tiene la constitución, edecanes porque los huevones no son capaces de arrimarse el micrófono o servirse un baso de agua. Igualmente se han gastado millones en la modernización de su infraestructura muebles e inmuebles. Igualmente es preocupante la falta de principios ideológicos de ellos, hay tenemos chapulines o camaleones que cambian de partido sin el menor disimulo, en busca del hueso. 7 cambios de partido es el record máximo de un legislador, la razón principal por la que se cambia de un partido es porque no obtienen el hueso que ellos quiere y se van con el primero que les ofrece la oportunidad. En fin después de leer este libro, mas lo que ya sabemos, uno se pone a reflexionar, sobre lo mal que esta este país y la forma en que se han pervertido sus instituciones, en este caso el congreso.













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